Propuestas electorales sobre Seguridad y Defensa
Elecciones Generales 2023
Del resultado de las elecciones generales dependerá, desgraciadamente, la política de defensa, la de exteriores y la de los asuntos estratégicos de seguridad. Las coaliciones y los pactos condicionarán al Ejecutivo. Y digo «desgraciadamente” porque en España no hay una cultura política de defensa y seguridad nacional en la que todos los partidos estén, más o menos, de acuerdo sobre cómo actuar y llevar a cabo nuestras amenazas e intereses globales. Sin un criterio claro y compartido, es decir estratégico, estas decisiones producen tres efectos: internamente generan incertidumbre y falta de credibilidad; externamente afecta negativamente a la relación con los aliados; y es aprovechada por quienes sí tienen claro qué hacer con nosotros y con nuestra posición geográfica.
Con respecto a las propuestas electorales de los principales partidos políticos que se presentan a las elecciones (PSOE, Partido Popular, Vox, y Sumar), comprobamos que la gran mayoría de las medidas que se proponen son abstractas, sin ninguna concreción, y no se especifica cómo se va a hacer para alcanzar esos objetivos que se marcan. La ausencia de estos temas en los debates ha sido notable, así como la falta de interés de la opinión pública. Una vez más, las propuestas de los partidos de izquierda tienden a transformar la Seguridad Nacional y la Defensa en un espacio eco-friendly y manifiestan una profunda ausencia de sentido estratégico. En los carteles electorales de Vox aparece el slogan de «Seguridad» y los temas de seguridad interior han sido uno de los temas centrales de la campaña.
Deseamos hacer dos observaciones. Primero, que faltan propuestas concretas sobre el Reservismo. Ningún partido habla sobre ello en su programa. El reservismo es un recurso esencial para un país en materia de seguridad nacional y defensa, ya que es un complemento civil muy valioso para las Fuerzas Armadas. El desarrollo del reservismo es un criterio que manifiesta el nivel de cultura estratégica. Tiene que haber una partida presupuestaria ampliada. Es una iniciativa de ámbito cívico que puede complementar los contenidos docentes de la escuela. Su buen uso supone una riqueza de recursos en todos los niveles, especialmente el técnico. Podemos poner el ejemplo de Suiza, donde a pesar de su diplomacia de neutralidad y de tener un Ejército pequeño, los civiles juegan un papel esencial, siendo uno de los países más militarizados del mundo con un presupuesto ajustado y realista. Los reservistas son una clara manifestación del artículo 30 de la Constitución Española, pues afirma que los ciudadanos tienen el derecho y el deber de defender a su país.
Otro tema es el papel del Centro Nacional de Inteligencia. El CNI debe volver a estar ubicado en Presidencia del Gobierno. La comunidad de inteligencia, incluyendo Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ámbito académico y especialistas en eel tema, celebraron en su momento la decisión de sacarlo del Ministerio de Defensa. Hace falta una cultura política que integre los asuntos de inteligencia. Es acertado afirmar que el nivel de calidad de un Estado de Derecho está directamente relacionado con estos temas. Proponemos la adscripción orgánica del CNI a Presidencia porque su misión es ayudar a la toma de decisiones del Gobierno y de su Presidente. Además, pedimos la creación de la figura del Director Nacional de Inteligencia (DNI) para favorecer la coordinación de los asuntos de inteligencia en España.
Creemos que en la campaña electoral es necesario tratar los asuntos de seguridad y defensa, y comentarlo en los debates televisados. Los electores pagan estas políticas con sus impuestos. Tienen derecho a saber qué se tiene pensado hacer teniendo en cuenta lo que hay al otro lado de nuestras fronteras, teniendo en cuenta las amenazas comunes y nuestros intereses estratégicos. El presupuesto de Defensa también afecta a la industria y al desarrollo tecnológico. Esto es importante. Nuestra posición geográfica en el mundo es única y estamos presentes en organizaciones internacionales de seguridad (Alianza Atlántica, Unión Europea, ONU). No bastan buenas ideas que se lleva el viento ni una opacidad irresponsable. Esperemos que tras las elecciones, tanto el nuevo Gobierno (Ejecutivo) como el Parlamento (Legislativo) asuman como prioritarios todos estos temas que configuran el poder, y que son clave para los intereses de España y de los españoles.
Javier Santamaría