Boko Haram y la violencia sexual como táctica de terror

Análisis 226

Desde los
atentados del 11 de septiembre, el terrorismo trasnacional ligado al extremismo
yihadista es una de las principales amenazas a la paz y la seguridad
internacional, una lacra que actualmente prolifera en cuanto al número de
organizaciones y respecto al empleo de nuevas tácticas de terror. El ejemplo de
Boko Haram pretende ilustrar este panorama: desde 2009, esta organización
terrorista ha desarrollado una estratagema dramáticamente efectiva, basada en
la violencia contra las mujeres por razones de género, y más concretamente el
ejercicio sistemático de la violencia sexual.

En términos generales, tanto las condiciones vitales de la mujer al noroeste de Nigeria –esto es, la relegación social de las nigerianas a la maternidad y al cuidado de la familia, y con ello la importancia que la comunidad otorga a su capacidad reproductiva- como el proceso de radicalización que ha experimentado la facción de Abubakar Shekau, son factores determinantes en la creciente instrumentalización de la mujer por parte de Boko Haram. Por consiguiente, cuando en el año 2011 el gobierno nigeriano detuvo a cien mujeres y niños de líderes terroristas en represalia por sus atentados, el citado líder decretó el secuestro generalizado de mujeres y niños, una práctica ya común durante los asedios en mercados, iglesias y escuelas.

Durante el cautiverio, la violencia contra la mujer adopta diversas formas: desde la tradicional asignación de labores domésticas y de crianza, hasta funciones más específicas como el espionaje, la mensajería y el reclutamiento de otras mujeres. Más aún, las violaciones, el matrimonio forzoso y la esclavitud sexual conforman la execrable realidad en los asentamientos de Boko Haram. En este escenario, tanto el factor biológico como el social se confunden.

Por ejemplo, Temitope B. Oriola afirma que son las mujeres y niñas entre 14 y 45 años quienes sufren estos crímenes, dada su capacidad reproductiva. Además, las mujeres solteras o sin hijos tiene aún más valor para los yihadistas, bajo la creencia de que la virginidad femenina es la máxima representatividad de la pureza femenina. Asimismo, Banu Maarouf expone que los perpetradores de la violencia ofrecen solo dos alternativas a las mujeres: el matrimonio forzoso o la esclavitud sexual; en este sentido, los mensajes de Shekau difundidos por internet son una clara evidencia del objetivo del matrimonio forzado: la conversión al islam de las mujeres y niños.

Con todo, el sentimiento de agravio que se genera esta lacra actúa como factor multiplicador de los flujos de desplazamiento forzoso en la región. Las mujeres que –solas o con sus familiares– deciden abandonar sus hogares no solo lo hacen huyendo de la violencia yihadista, sino también por la necesidad de buscar nuevas oportunidades de vida lejos del estigma social. Finalmente, todo ello afecta a la estructura socioeconómica de la región y a la confianza en las instituciones estatales.

En conclusión, y ante la urgencia de buscar respuestas más efectivas contra el brutal impacto de la violencia sexual como arma de terror, es imprescindible el firme compromiso de la población civil, del Estado nigeriano y de la propia comunidad internacional para erradicar la instrumentalización del cuerpo femenino por parte de Boko Haram.

Es precisa la implantación de una respuesta inclusiva, rápida y efectiva que no solo contemple medidas en el ámbito de la seguridad, sino que también atienda a las condiciones políticas, económicas y sociales al norte de Nigeria, especialmente de la mujer. Así, un enfoque de género en la lucha contra Boko Haram no solo desarmaría sus tácticas terroristas, también generaría un cambio de base en la conciencia social sobre la desigualdad que sufren las mujeres nigerianas, y favorecería el desarrollo del propio país.

Cristina Castilla, Máster en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos


Las opiniones de los análisis son de exclusiva responsabilidad del autor

Análisis completo: Boko Haram y el terror a través de la violencia sexual, publicado en el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE)