OTAN, Cumbre de Gales y #TJ15
Comienza el ejercicio Trident Juncture #TJ15, la mayor maniobra OTAN desde hace décadas, siendo España el principal teatro de operaciones, con 30.000 efectivos de 30 países. Vamos a centrarnos en el escenario de las decisiones políticas, pues los ministros de defensa de la OTAN se reunieron en junio para analizar el grado de cumplimiento de los objetivos fijados en la Cumbre de Gales de 2014, y discutir sobre los temas de actualidad que afectan a la organización.
Aunque tras la reunión se aseguró que se trató tanto la situación en Ucrania como las amenazas surgidas en Oriente Medio y el norte de África, lo cierto es que las principales decisiones que se tomaron parecen enfocadas principalmente a hacer frente a Rusia.
Se adoptaron tres decisiones. En primer lugar, ultimar la creación de seis pequeños cuarteles generales, denominados “Unidades de Integración de Fuerzas”, destinados a facilitar el despliegue rápido de efectivos en las fronteras de la Federación Rusa. Así se deduce del hecho de que estén basados en Bulgaria, Rumania, Polonia y los tres países bálticos. En segundo lugar, el encuentro fue aprovechado por el Secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, para explicar en qué se concretará la decisión de su país de desplegar material de apoyo en Europa, fundamentalmente multiplicadores de fuerza de los que andan escasos los socios europeos de la alianza. Por último, la ocasión sirvió para proseguir con los trabajos de la comisión OTAN-Ucrania, cuyo ministro de Defensa también estuvo presente.
De carácter más general, aunque indudablemente influida por la amenaza percibida en el Este, fue la decisión de precisar la composición de la futura Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF, en inglés). La NRF, que había sido creada a raíz de la cumbre de Praga en 2002, estaba ya inmersa en un proceso de reforma lanzado en la cumbre de Gales de 2014, que, además, dio luz verde a la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF en inglés).
Pues bien, si en febrero supimos que la VJTF contará con una componente terrestre de 5.000 efectivos con apoyos aéreos, navales y de operaciones especiales, en la reunión de finales de junio se estableció que la NRF estaría formada por unos 40.000 efectivos en total. Este pie de fuerza supone un notable incremento respecto al de la NRF original.
Una última observación. Los miembros de la Alianza Atlántica abordaron con el ministro de defensa de Afganistán, Masoum Stanekzai, la situación en Afganistán y el desarrollo de la operación “Apoyo Decidido”, destinada a formar y asesorar en el futuro a las fuerzas de seguridad afganas. Acordaron también un paquete de medidas destinado a incrementar las capacidades defensivas de Moldavia y constataron que, aunque se han hecho algunos progresos, siguen lejos de cumplirse los objetivos presupuestarios que se marcaron en septiembre pasado.
La profundización en todas estas cuestiones, así como la preparación de planes operativos más concretos para hacer frente a los problemas en el flanco sur de la organización (Sahel, Mediterráneo…), que es lo que nos afecta realmente, ocuparán previsiblemente buena parte de la agenda de la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en Varsovia el año que viene.
Álvaro Silva de Soto, Master en Relaciones Internacionales. Actualmente desempeña labores de asesoría política
