La reforma militar de Polonia

Análisis 224

Polonia es una de las naciones europeas con mayor potencial. Es el sexto país más poblado de la Unión, con 38 millones de habitantes, lo que se traduce en una notable representación política en el Parlamento. Desde un punto de vista económico, las cifras de crecimiento alcanzan un 5% anual y cuenta en la actualidad con ciudades con un índice de paro del 2%. Desde el punto de vista geoestratégico, parece que hay un nuevo escenario de “guerra fría” con Rusia. Estos tres factores permiten definir las principales prioridades de Polonia.

El recuerdo de las invasiones fronterizas del pasado siglo, la alemana y la rusa, marca un sentir común en cuanto a cultura de defensa y la percepción de amenazas. En el caso polaco, la geografía define sus vulnerabilidades. La evolución que se produce en las últimas décadas, los avances en todos los órdenes y el potencial que indican los índices de desarrollo social y económico de Polonia deberían ser mejor conocidos. Tanto el pueblo como el Gobierno tienen una clara voluntad de evitar que esa historia reciente se vuelva a repetir.

El caso de su política de Defensa es muy interesante. El ministerio de Defensa está preparando desde 2016 un ambicioso plan con vistas al año 2032. Se trata de una iniciativa similar al OPLAN FAS 2030 español, una revisión estratégica que ayude a afrontar los nuevos retos de seguridad global y a desarrollar las capacidades militares. Se espera que a largo plazo la región del Este se mantenga en paz. Sin embargo, el análisis de los cambios en su entorno, principalmente por las maniobras expansivas de Moscú, les obliga a aumentar esfuerzos para revisar sus políticas de Defensa.

El reto es que para el año 2032, las Fuerzas Armadas polacas tienen que mostrar disponibilidad en todos los aspectos, lo que implica poseer equipos militares modernizados y con más capacidades, tropas bien entrenadas y procedimientos probados y verificados. En cuanto a armamento y material, el deseo es mantener una parte del equipo envejecido, pero debidamente modernizado. Una Defensa flexible, entrenada y de alta disponibilidad implica contar con fuerzas de Reserva. En Polonia se disponen de las llamadas Wojska Obrony Terytorialnej o Fuerzas de Defensa Territorial. El WTO es la quinta rama del ejército y aspira a tener para 2021 un total de 53.000 miembros en forma de 17 brigadas de infantería ligera. Está enfocada, principalmente, a dar una respuesta rápida durante las primeras fases de respuesta a una situación de conflicto híbrido. 

Las futuras Fuerzas Armadas deben estar preparadas para cooperar con otras agencias y servicios gubernamentales en las operaciones de gestión de crisis, tanto en el propio territorio como en otros estados aliados, incluyendo OTAN y Unión Europea. Este objetivo se vuelve particularmente importante a la luz del creciente uso de la amenaza híbrida y el conflicto irregular en su vecindario, como ha sido el caso de Crimea (Ucrania), más aún cuando Polonia tiene frontera directa con Rusia, en la región del Ámbar (Kaliningrado). En paralelo, cabe subrayar la importancia emergente que tiene terrorismo y el crimen organizado, lo que implica una respuesta coordinada de instituciones militares y no militares.

El caso polaco manifiesta una voluntad decidida en apoyar las políticas de seguridad y defensa de la Unión Europea, incluyendo la iniciativa Visegrado, porque hay conciencia de amenaza. Todos estos datos indican lo importante que es seguir contando con las contribuciones de Polonia a las actividades de la OTAN. Esta cooperación con aliados debe ser reforzada para combatir las nuevas amenazas y las nuevas formas de conflictos a los que nos enfrentaremos a lo largo de las próximas décadas.

Mario Bernús, IT Finance Senior Solutions Consultant y Alférez del Estado Mayor de la Defensa (Reservista)


Las opiniones de este análisis son de exclusiva responsabilidad del autor

Fot.: Marcin Obara / PAP