Europa y EEUU con Trump 2.0

Análisis 294

01 Marzo 2025

Fases de una dura desintoxicación

Las etapas que atraviesa un adicto durante su desintoxicación se suelen enumerar como precontemplación, contemplación, preparación, acción o decisión, mantenimiento y final de la adicción.

La primera etapa, la “precontemplación” está descrita de la siguiente manera: “En esta fase, la persona que sufre la adicción no está pensando seriamente en hacer un cambio, y puede no ser consciente de que su comportamiento es problemático. En ese estado, la persona a veces, muy de vez en cuando, piensa que tiene que cambiar, pero no sabe cómo, no emplea tiempo en planearlo.”

Para el tema que nos atañe, las relaciones de la rama europea de la OTAN con EEUU, la reacción de Europa a la reelección de Donald Trump presenta claros síntomas de estar en dicha fase de “precontemplación” en un proceso de desintoxicación.

Tras más de 30 años de continuas advertencias y quejas, más o menos sutiles, de las sucesivas administraciones americanas, tanto Demócratas como Republicanas, sobre su desempeño, de repente los europeos se ven excluidos de una gran y trascendental negociación en la que se consideran por derecho imprescindibles.

Usando el símil de una relación de “matrimonio OTAN” entre EEUU y Europa, digamos que el cónyuge europeo, tras más de 30 años de escuchar y sufrir interminables quejas de su pareja americana sobre la imposibilidad de su convivencia por su falta de compromiso, una tarde vuelve al hogar común y se ha encuentra con que su pareja americana ha abandonado el hogar. Se ha ido.

Hasta entonces, el cónyuge europeo había resuelto todas y cada una de las muchas crisis, dando la razón de boquilla a su pareja, prometiendo con declaraciones solemnes un claro propósito de enmienda a futuro, quizá hasta momentáneamente sincero, y organizando una velada romántica para rebajar la tensión y escenificar una solución y reconciliación, para acto seguido retomar su conducta habitual de falta de compromiso real.

Y ahora, ¿qué hace Europa? Acusar al cónyuge americano de abandono. Problema: La pareja ya no está. Se ha ido. Está negociando el futuro de Ucrania con alguien tan deleznable y maquiavélico como Vladimir Putin. Lo triste pero cierto es que ya no hace falta hacer más llamamientos a las partes a entrar en razón una o a finalmente “ponerse las pilas” otra, no. La pareja ya “se ha ido”. Esa parte de la ecuación ya ha sido resuelta y la rama europea de la OTAN se ha quedado fuera.

Es ya un hecho constatable que no está preparada ni militar, ni logística, ni estratégica, ni siquiera políticamente. Su reacción así lo evidencia. Haga lo que haga a partir de ahora, la mejor de las soluciones a la que consiga llegar, incluso con su mejor esfuerzo y hasta acierto seguirá siendo insuficiente e inadecuada, pero a alguna tendrá que llegar por la simple razón de que el paso del tiempo es inexorable, no se va a detener por nosotros. La historia de Ucrania, Rusia y Europa seguirá su curso.

Siguiendo con el símil matrimonial, tras la salida de la pareja del hogar, la parte europea abandonada tendrá (tendremos) que improvisar en solitario la parte doméstica que le corresponde. Se evidenciarán las carencias, las improvisaciones inadecuadas, las nuevas incomodidades en el nivel de vida al que estaba habituada.

Pero la ciudadanía superará las dificultades. El sol seguirá saliendo cada mañana, y aunque ahora no podamos ni siquiera visualizar el cómo y cuál será la estructura resultante de todo el proceso, poco a poco, día a día, Europa saldrá adelante con más autonomía en cuanto a nuestra propia seguridad y defensa.

Ánimo, Europa. Ciertamente saldremos de esta de una forma u otra, ya que ya no depende de la voluntad por nuestra parte que claramente tanto nos falta, si no meramente de asistir al paso del tiempo y el devenir de los acontecimientos. Y seguramente miraremos atrás sobre este convulso 2025 y el segundo mandato de Donald Trump, reconociendo retrospectivamente que es lo mejor que nos podía haber pasado, más incluso que una victoria de Harris/Walz que no hubiera más que prolongado cuatro u ocho años más el “business as usual” de una situación tan irreal como insostenible.

Jesús de Ramón-Laca

Las opiniones de este análisis son de exclusiva responsabilidad de su autor.

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