2035. Grandes tendencias mundiales

El mundo está cambiando más rápido que en cualquier otro momento de la historia. Por este motivo la OTAN, la Unión Europea y España coinciden en que es necesario conocer las grandes tendencias globales que están transformando el mundo. El futuro pertenece a los que se preparan para afrontar los riesgos y oportunidades, sólo estos  serán capaces de enfrentarse a él con cierta ventaja. Por ello, los políticos y estrategas tratan de conocerlo para liderar las sociedades en que vivimos.

En el ámbito de la defensa el éxito de las capacidades militares futuras dependerá de las decisiones que se tomen hoy en esta materia. Y para ello las Fuerzas Armadas deben de estudiar las grandes tendencias mundiales en la política, la geografía humana, la ciencia y tecnología, la economía y los aspectos climáticos y ambientales. Sólo si se aborda con éxito el proceso de transformación de las Fuerzas Armadas se podrá asumir con plena competencia la seguridad y defensa para la protección de la población y el territorio, no sólo de manera expedicionaria sino también dentro del territorio nacional.

El entorno operacional de las fuerzas armadas, según estudios del Reino Unido, Australia y EEUU, será frecuentemente urbano, dominado por las tecnologías, influido por la comunicación social y el factor humano seguirá siendo esencial. Esta conclusión es resultado del estudio de la progresiva  urbanización del mundo que supondrá una mayor presión sobre los recursos naturales. Por este motivo las Fuerzas Armadas tendrán mayor importancia en la seguridad de las ciudades dentro de su territorio nacional. Además, los ciudadanos cada vez percibirán más lejano el gobierno de los estados, como consecuencia de la concentración de poder en instituciones supranacionales como la Unión Europea y los gobiernos regionales y municipales. Estas y otras razones harán que la industria de la defensa tecnológicamente desarrollada sea esencial para asegurar el mando y control y evitar la ventaja tecnológica de los adversarios en los entornos urbanos.

Como consecuencia de estas circunstancias el empleo de las Fuerzas Armadas tenderá a ser continuo en el tiempo, por su importancia creciente en el apoyo de la seguridad interior para proteger a la población, al territorio nacional y las infraestructuras domésticas. El empleo de las capacidades militares en labores de seguridad interna de los países es un tema polémico, pero algunos de ellos lo llevan haciendo desde 2008, como Italia, que en esa fecha lanzó la  Operación «Strade Sicure”. Hoy en día, más de 7.000 efectivos del Ejército de Tierra italiano trabajan en 48 localidades junto con la policía, para la protección de las fronteras, de las principales áreas metropolitanas y la vigilancia de los puntos sensibles. En estas actuaciones los militares son agentes de seguridad pública y cuentan con una preparación especial que les capacita para su misión.

Previsiblemente, las amenazas dentro de las áreas urbanas en los próximos años serán de diferente naturaleza a las amenazas actuales. Algunas poblaciones tendrán que enfrentarse a la discontinuidad de los suministros básicos, a catástrofes naturales o a la ausencia de seguridad física. Todo ello plantea la necesidad de reflexionar, por parte de los dirigentes, sobre qué modelo de seguridad será más adecuado y cuál será el papel de las Fuerzas Armadas para atender las necesidades y crisis que sufrirán las áreas metropolitanas. Si se considera un modelo distinto al actual, habrá que valorar la necesidad del desarrollo de nuevos conceptos, doctrina, adquisiciones y nueva preparación de los ejércitos de hoy en día.

Javier de Carlos, analista de Relaciones Internacionales, Seguridad y Defensa

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