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1 Octubre 2020
Con motivo de la presidencia de Alemania en el Consejo de la Unión Europea, hemos tenido la oportunidad de tener con nosotros al Embajador de la República Federal de Alemana en España, Wolfgang Dold. A pesar de que la Unión vive un momento decisivo a causa de la crisis provocada por la COVID-19 y por la cuestión del Brexit, el contenido estuvo dedicado principalmente a los asuntos más relevantes de la política de seguridad y defensa.
Uno los temas que tiene que tiene sobre la mesa la presidencia alemana es cómo profundizar en la autonomía estratégica europea. Unidad y coordinación fueron los dos requisitos destacados para poder interpretar lo que el embajador denominó como brújula estratégica, es decir, el intento de identificar una posición común europea sobre el panorama geopolítico.
La posición común tiene dos grandes funciones: el análisis de amenazas comunes, y la implementación de la Política Común de Seguridad y Defensa. Todo esto no puede entenderse sin la estrecha cooperación con la Alianza Atlántica, una cooperación que no debe ser únicamente militar, sino también política: “La seguridad no es solo una cuestión del número de tanques o aviones que se tiene a disposición, sino que también es cuestión de implementar una política preventiva en las zonas más volátiles”.
Asimismo, señala que debemos tener en cuenta el panorama geopolítico que nos rodea para poder estar a la altura de las dos grandes potencias, China y EE. UU, para llegar a posiciones compartidas e implementar los instrumentos que hay a nuestra disposición. En referencia a las fronteras de la UE, en el sur se hace frente al conflicto en el Sahel para estabilizar la situación y evitar el desarrollo de nuevas amenazas; en el este, Rusia continúa presionando a través de Bielorrusia; y en el Mediterráneo oriental no debemos olvidar el conflicto entre Turquía y Grecia.
Para llegar a una identidad europea no solo basta con implementar una política de seguridad y defensa, sino que es necesario disponer una industria de defensa capaz de apoyar y reforzar las capacidades europeas. En este sentido, la Cooperación Permanente Estructurada (PESCO) sirve como instrumento de cooperación para crear un marco político basado en la coordinación y la creación de sinergias entre los socios europeos. De los 47 proyectos que se están llevando a cabo actualmente, el embajador destacó que Alemania participa en 16 proyectos y España en 25.
Por último, el embajador quiso cerrar el encuentro con unas palabras para las nuevas generaciones, aquellos que sienten interés por los asuntos de política de seguridad. Desde su experiencia, destacó la importancia del compromiso en la política y en los asuntos que nos rodean. Afirmó que no solo se deben interesar por asuntos internacionales sino también deben involucrarse en los asuntos nacionales, ya que hay un vínculo muy estrecho entre la diplomacia nacional y el desarrollo de las relaciones internacionales: “No querrán despertarse un día, y ver que otros han decidido el futuro por ustedes”.
