Paper 24 / 2020
El 5 de abril la Organización Mundial de la Salud felicitaba a España por su respuesta ante el coronavirus consiguiendo que el tiempo de duplicación de casos en el país se haya reducido de dos días a principios de marzo a ocho en la actualidad, lo que en su opinión da esperanza y pruebas de que la epidemia «se ha frenado efectivamente». Aun así, España es uno de los países más afectados por el coronavirus. El día 14 de marzo el ejecutivo declaró el estado de alarma a nivel nacional, lo que incluyó un confinamiento progresivo hasta que se prohibió a todos aquellos trabajadores no esenciales ir a su puesto de trabajo pasando a una fase de confinamiento total. A día 13 de abril, España es el país con más casos después de Estados Unidos con más de 170.000. A pesar de ese dato que puede parecer preocupante, es el cuarto día consecutivo en el que España experimenta un detrimento en el número de casos por día.
La tendencia desde el 1 de abril, ha sido de bajada. Este es el motivo por el que hace unos días el ejecutivo decidió relajar las medidas de confinamiento y permitir trabajar no sólo al personal esencial pero a otro personal prioritario como pueden ser los obreros de construcción. Esta bajada repentina en el número de casos ha sido gracias a una conjunción de elementos: una sociedad civil obediente, unas fuerzas y cuerpos de seguridad del estado eficaces y una acción coordinada por parte de unas estructuras sanitarias muy bien consolidadas antes de la crisis.
De acuerdo con las estadísticas de los ‘informes de movilidad comunitaria’ publicados por Google, los españoles son los que más han reducido los desplazamientos, respetando el confinamiento impuesto por sus gobiernos, seguido de los italianos y los franceses. La responsabilidad y la solidaridad individual de millones de personas es la que está consiguiendo frenar el contagio de forma vertiginosa. Las medidas de España son más estrictas que las medidas de Francia, sólo pudiendo salir de casa para adquirir bienes de primera necesidad o por las necesidades de animales de compañía y otras causas de fuerza mayor. La medida del confinamiento total así como la responsabilidad de los españoles ha permitido frenar la propagación del virus.
En segundo lugar, a pesar de la presión en los hospitales y las Unidades Críticas de Intervención, España cuenta con uno de los mejores sistemas de sanidad del mundo. En los momentos críticos de la crisis del coronavirus, la falta de personal y de material sanitario ha sido uno de los grandes problemas del sistema sanitario español. A pesar de las carencias, en dos semanas los hospitales españoles han conseguido aliviar la presión pudiendo hacer frente a los casos más grave por coronavirus. Este logro se ha conseguido gracias al heroico esfuerzo del personal sanitario y a una coordinación ejemplar con la administración y las empresas privadas, especialmente los establecimientos hoteleros. Desde el inicio de la crisis, sólo en Madrid, lugar más agravado, se han medicalizado más de 40 hoteles con 9.000 plazas para desviar a los pacientes más leves.
Por otro lado, la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado español ha sido ejemplar y eficaz. España cuenta con una Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) publicada en el 2017 en el que analiza las pandemias como una de las amenazas principales de nuestra era y propone mecanismos para responder a los desafíos sanitarios. Algunas de las propuestas son la revisión periódica de los planes de preparación ante los riesgos biológicos, la adaptación de red de hospitales de tratamiento de casos de Ébola para responder ante cualquier enfermedad infecciosa de alto riesgo como el coronavirus, controles en la frontera para evitar la introducción de riesgos infecciosos y una coordinación multisectorial entre las administraciones y el sector privado. En las líneas de acción también se menciona la importancia de la coordinación con la Unión Europea y otros organismos internacionales de referencia, así como el reforzamiento de las capacidades de respuestas en el exterior y las fronteras.
Además, la ESN española pone el acento en la importancia de los mecanismos de coordinación de las Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, autoridades judiciales y de salud pública, en tanto que son los ejecutores de primera línea de la estrategia de seguridad. Las Fuerzas Armadas, en el marco de la Operación Balmis para combatir la expansión del coronavirus, han movilizado a más de 57.000 efectivos para realizar labores de desinfección, distribución de alimentos, material sanitario y medicamentos y construcción de hospitales militares. Desde el inicio de la crisis, las fuerzas armadas han efectuado más de 3.300 intervenciones en infraestructuras críticas (centrales nucleares, transporte público, etc) y más de 2700 residencias de personas mayores. Por otro lado, a través de la coordinación de los cuerpos de seguridad del estado, se han llevado a cabo controles diarios fronterizos, controles aleatorios a la población y distribución de mascarillas en transporte público.
Aunque parece que los datos son positivos, a España, como a muchos países tocados frente a esta crisis, le queda mucho camino por recorrer. A parte de los peligros de la pandemia, la crisis social y económica que se está produciendo va a acompañarnos durante largos meses. Durante las últimas semanas hemos visto tensiones entre los países de la Unión Europea que consideran distintas estrategias para hacer frente a la recesión económica.
A pesar de haber llegado a acuerdo de mínimos, gracias al apoyo y mediación de Francia ante las visiones opuestas del bloque hispano-italiano y los países del norte, esta crisis va a acentuar los problemas internos que ya existían en nuestras instituciones europeas. Ante dichos desafíos, hay que recordar la necesaria solidaridad entre países que comparten, ante todo, un sistema de valores. El conocer la situación de nuestros vecinos ayuda a entender sus posiciones y ayudarles en su situación actual y en un futuro.
Beatriz de León Cobo
Traducción de la publicación original en SYNOPIA, L´Espagne face au Covid-19 (Journal du confinement #18) 24 Abril 2020
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