Vladímir Putin ha anunciado que Rusia pondrá en funcionamiento este año, en su arsenal nuclear, más de 40 nuevos misiles intercontinentales. La novedad es que, según parece, son capaces de superar los sistemas de defensa antimisiles más sofisticados. El mensaje se lanzaba desde la inauguración de la feria Armia 2015 (Ejército 2015) en Kubinka, provincia de Moscú, toda una exhibición de técnica y equipo militar. Pero lo más relevante se producía el 9 de mayo, en el tradicional Desfile de la Victoria. En ese imponente escenario se nos permitió observar por primera vez algunos de los materiales más modernos de las fuerzas armadas rusas. ¿Por qué lo consideramos relevante?
El protagonista absoluto del evento fue el T-14 Armata, un carro de combate completamente nuevo y con interesantes novedades. Como otros diseños rusos, el Armata equipa un cañón de 125mm capaz de disparar proyectiles de diverso tipo y misiles guiados, pero a diferencia de todos sus antecesores, el Armata dispone de una innovadora torre completamente automática. Esto permite mantener a la tripulación alejada de la munición, en una cámara especialmente protegida, y disminuir la silueta del carro. El carro de combate incorpora también novedosos sistemas de protección pasiva y activa, siendo de destacar el Afganit, supuestamente capaz de destruir los proyectiles enemigos antes de que impacten en el carro. Además, promete ser más ligero y rápido que sus homólogos occidentales, lo que unido a todo lo demás, lo convierte en un carro formidable.
Junto al Armata se pasearon por Moscú una serie de vehículos que prometen redefinir las fuerzas acorazadas y motorizadas de Rusia. El primero de ellos es el T-15, un IFV pesado basado en el Armata y diseñado para acompañarlo. El segundo es otro vehículo de cadenas conocido como Kurganets-25 y, el último, un vehículo de ruedas 8×8, el Boomerang. De estos dos últimos modelos se han visto las versiones IFV y APC. Mientras que los primeros montaban una torre controlada remotamente, equipada con un cañón de 30mm, una ametralladora de 7,62mm y cuatro lanzadores de misiles anticarro Kornet-EM, los segundos iban armados únicamente con una ametralladora pesada también controlada remotamente.
Las siempre impactantes fuerzas estratégicas estuvieron presentes en el desfile con uno de sus misiles más modernos, el RS-24 Yars, un desarrollo del Topol-M con múltiples vehículos de reentrada para dificultar su neutralización y un alcance de 11.000 kilómetros. También las fuerzas aéreas tuvieron un papel destacado el 9 de mayo, pero lamentablemente no mostraron la joya de su corona: el Sujoi T-50. El primer caza de quinta generación ruso tiene previsto entrar en servicio en 2016, por lo que no dejó de sorprender su ausencia en Moscú. El T-50 estará equipado con un radar AESA, tendrá una bajísima firma radar y por el momento contará con dos motores AL-41F que le permitirán alcanzar velocidades de crucero supersónicas. Sí participaron, en cambio, los Sujoi SU-34, el Yakovlev-130 o el espectacular helicóptero Kamov-Ka52.
Desgraciadamente y por razones obvias, la marina rusa fue la única que no pudo enseñarnos todos sus medios. No obstante, el Día de la Victoria se celebró también en los puertos de Rusia, en los que sí pudieron verse algunos de los frutos del impulso modernizador de la flota. Actualmente, están avanzados los programas de submarinos SSBN clase Borei, SSN clase Yasen y SSK clase Kilo modernizados; los de fragatas clase Almirante Grigorovich y Almirante Gorshkov y los de corbetas del tipo 20380 y 20385, por citar los más importantes. Asimismo, en los astilleros de todo el país se producen numerosos buques auxiliares, de lucha contra minas e incluso de inteligencia. Añadamos a esto la intención de dotarse de buques del tipo LHD e incluso de portaaviones y nos daremos cuenta de lo ambicioso de los planes navales rusos.
En resumidas cuentas, las celebraciones del 9 de mayo constituyeron una excelente prueba de los importantes esfuerzos que, a pesar de las dificultades económicas, se están llevando a cabo en Rusia para modernizar las fuerzas armadas. Nos parece que no sería mucho pedir que en casa se hiciera algo parecido.
Álvaro Silva de Soto, Master en Relaciones Internacionales. Actualmente desempeña labores de asesoría política