WEBINAR
El webinar del mes de julio estuvo dedicado a los acontecimientos más recientes sucedidos en la actual disputa entre el gobierno de Pekín y Hong Kong. Con el título “Injerencia china en Hong Kong”, las ponentes que nos acompañaron fueron Belén García-Noblejas, analista y gestora de proyectos internacionales, y Natalia G. Collado, directora general de Ibasim e investigadora en el Centro de Investigaciones para la Paz, ambas especialistas en China.
El punto de partida es que, tras 23 años desde la devolución de Hong Kong a la República Popular China, puede afirmarse que la presencia y control del gobierno central de Pekín sobre la política y economía de la isla ha aumentado de manera sustancial, siendo la aprobación de la nueva Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong la última prueba de ello. El texto criminaliza la secesión territorial, la subversión contra el gobierno chino, el terrorismo y la connivencia con fuerzas extranjeras. El contenido resulta inquietante, ya que se consideran que era más estricta de lo que muchos temían, tanto en su alcance como en las penas.
Las ponentes argumentaron que lo que el gobierno chino está llevando a cabo es la aplicación del artículo 23 de la Ley Fundamental de Hong Kong, el cual hace referencia a «promulgará leyes propias para prohibir todo acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central o robo de secretos de Estado, para prohibir a las organizaciones u organismos políticos extranjeros que realicen actividades políticas en la Región y para prohibir a las organizaciones u organismos políticos de la Región que establezcan vínculos con organizaciones u organismos políticos extranjeros». Señalaron que el texto debía de haber sido promulgada por la propia región administrativa especial hace ya años, por lo que el gobierno chino está aplicando la ley en un stricto sensu y que, haciendo mención al título del webinar, no se podría calificar de «injerencia».
Con respecto a la toma de control por parte de China y la extradición de sospechosos, el texto completo de la ley daba tres escenarios en los que podría hacerse cargo de un enjuiciamiento: casos complicados de interferencia extranjera, casos muy graves y cuando la seguridad nacional se enfrenta a amenazas serias y realistas. Como parte de la presencia de seguridad china en Hong Kong, se prevé el establecimiento de la Oficina de Salvaguarda de la Seguridad Nacional del Gobierno Popular Central en Hong Kong, una oficina exenta de la jurisdicción de Hong Kong que puede, si el Gobierno de la República Popular China decide concederle jurisdicción, procesar casos con arreglo a la Ley de procedimiento penal de la República Popular China.
Asimismo, señalaron que ciertas provisiones de la ley, como la tipificación de los cuatro delitos principales, son equiparables a los de cualquier otro país del mundo (democrático o no), y pusieron como ejemplo el caso de España, que tiene presentes en su código penal los mismos delitos definidos de una manera muy similar.
Por otro lado, y dada la naturaleza autoritaria del régimen chino, también señalaron que no debía sorprendernos mucho ni los efectos prácticos de la ley, sobre todo el lo que respecta a las cuestiones procesales, ni la respuesta a su promulgación tanto por parte de la sociedad civil como por gobiernos extranjeros, concretamente los Estados Unidos. En este sentido, indicaron que una promulgación ordinaria de una ley contemplada tanto por la constitución china como por la ley fundamental de Hong Kong estaba siendo objeto de un duro ataque por parte de los rivales geopolíticos y geoestratégicos de China para minar su imagen de potencia emergente y/o hegemón benigno.
Como conclusión, comentar que fue un encuentro que despertó un gran interés, porque los participantes pudieron comprender un escenario complejo, enfocado desde la perspectiva de los actores implicados (Pekín y Hong Kong), sus fortalezas y debilidades, así como compartir opiniones y puntos de vista de quienes han vivido allí, cuyos matices, con bastante frecuencia, no son tenidos en cuenta por quienes analizan el conflicto desde aquí, con un enfoque occidental.